lunes, 9 de enero de 2012

Los motivos de la Condesa Larisch

La archiduquesa Maria Valeria (hija menor de los emperadores de Austria, y su prima Maria Luisa Larisch, en el castillo de Gödöllö, Hungría.

He aquí la famosa foto tomada en el estudio Adèle. La condesa Larisch y Maria Vetsera aparecen recién salidas de la Hofburg tras la primera cita clandestina entre el Archiduque Rudolf y Mary Vetsera. Enero de 1889


Quizá demasiado fácilmente, la condesa Larish se ha visto imputar gran parte de la responsabilidad de la tragedia de Mayerling. Cierto, ella fue la parte más "visible" de toda la introga amorosa y la más comprometida, pero habría que pensar finalmente si Maria Luisa Larisch von Moennich no fue acaso más utilizada que protagonista ella misma.
Maria Luisa, baronesa von Wallersee era hija del príncipe Luis-Guillermo de Baviera, duque en Baviera (hermano de la Emperatriz de Austria) y de una actriz bávara Enriqueta Mendel. La actriz estaba encinta cuando el Rey de Baviera autorizó una boda morganática (la discresión de Enrique Mendel le valdría poco después el título de Baronesa de Wallersee en el Reino de Baviera, para sí y sus descendientes).
Maria Luisa nació en 1858 e inscrita como Maria Luisa Mendel, sólo poco más tarde la inscripción sería corregida como Maria Luisa von Wallersee.
La baronesa llevó muy mal toda su vida el ser una Wittelsbach de Baviera sin tener derecho a llevar el nombre de su padre. Si bien tenía sus entradas a los círculos familiares de la Residenz en Munich y a la Hofburg en Viena, no tenía función oficial ni pública.
Bien pronto sus tías la Emperatriz de Austria y la Reina de Nápoles decidieron buscarle un marido, ya que sus devaneos con el Kronprinz Rodolfo podían pasar a mayores. Efectivamente, ambos fueron amantes esporádicos aunque nunca llegaremos a saber si Maria Luisa llegó a aspirar a un matrimonio con su primo hermano morganático. Aquella siatuación, que hubiera provocado el efecto de una bomba en la Europa de Entonces, hubiera supuesto que el heredero mantenía sus derechos a la sucesión pero ni ella podría aspirar al título de Emperatriz ni sus hijos serían dinastas (una situación semejante a la que hoy viven el Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornuailles).
Sissi debió considerar un peligro los coqueteos de su sobrina cuando propuso el matrimonio a un noble bohemo, el conde Georg Larisch von Moennich, y la capilla de su querido castillo de Gödöllö como lugar de celebración. La ceremonia tuvo lugar en 1877, con asistencia de tantos tíos y primos Altezas, pero sin ningún relieve oficial.
Qué movió a Maria Luisa Larisch a fungir como celestina de su primo y amante el Kronprinz Rudolf?
La documentación con la que se cuenta tiende a probar dos motivos principales:
1.- Su ambición social. A Maria Luisa no le bastanta entrar en el círculo íntimo de los Soberanos de Baviera y Austria (algo por lo que otros personajes hubieran dado la vida); su afán era brillar en la corte conforme a su rango de una Wittelsbach de cuerpo entero. De hecho cuando mucho más tarde escribiría uno de sus libros de Memorias se titularía Maria Luisa Wallersee-Wittelsbach-Moennich.
2.- Su tren de vida. Si biên Georg Larisch era unn hombre de fortuna, Maria Luisa creía necesitar instalarse conforme a su rango inexistente. Si no podía alojarse en la Hofburg, lo hacía en el Grand Hotel sobre el Ring; encargaba suntosos trajes a los modistas en vista y frecuentaba lo más granado de la sociedad espiritual. De hecho era asidua a la mesa de la Baronesa Elena von Vetsera donde encontraría al hermano menor de ésta - Enrique - su futuro amante y padre de dos de sus hijos (reconocidos sin embargo como suyos por el conde Larisch).
Dinero y ambición social. Ambos motivos eran mucho más fuerte que cualquier consideración afectiva o cualquier sentimiento de orden personal.
Además el cinismo de Maria Luisa podía llegar muy lejos. Pongo como ejemplo su liaison con Enrique (Heinrich) Baltazzi que la hizo madre de dos hijos cuando aún estaba casada con Georg Larisch. Ambos niños recibieron como nombre Maria Enriqueta Alejandra (1884-1907) y Jorge Enrique Maria (1886-1909).
Maria Luisa Larisch conocía bien a su primo Rudolf y su carácter erotómano. Y desde luego, a sus ojos más valía una niña de la nobleza en sus manos que una prostituta de Madame Wolf, la dueña del mejor prostíbulo de Viena. Y además aquella situación de "proveedora oficial" podía ayudarla a pagar acreedores, vivir mejor y tener una cierta ascendencia sobre el futuro Soberano.
Tarde fue cuando Maria Luisa Larisch se percató de su error. Rudolf y Maria Vetsera sólo la necesitaban al principio: Maria para acceder al Archiduque y para excusarse ante su madre y tíos (después de todo, salía a paseo con una de las mejores amigas de su madre...); Rudolf porque sabía de qué pasta estaba hecha su prima, eternamente necesitada de dinero. La condesa Larisch no tenía las cuerdas de los títeres, como pensaba, sino había sido utilizada por dos amantes más inteligentes y desesperados.
Tras la tragedia, la política de Maria Luisa fue de huir a Bohemia y negar hasta la evidencia,... hasta su repudiación familiar. Pero eso es ya objeto de la historia post-Mayerling...

Heinrich Baltazzi, amante de la condesa Larisch y padre de dos de sus hijos.