sábado, 28 de agosto de 2010

El Santuario de Mayerling 1


El Santuario carmelita de Mayerling, hoy

Quién era la princesa Valeria de Windisch-Graetz, cerebro de la construcción del Santuario? Nacida Condesa Dessenwffy von Csernek und Tárko (Budapest 8 octubre 1843 - Sárospatak, 11 julio 1912), la princesa frecuentaba la Hofburg como consorte del príncipe Ludwig de Windisch-Graetz, miembro de una familia noble originaria de Styria altamente considerada. Efectivamente, Ludwig era el quinto hijo del Mariscal Alfred de Windisch-Graetz, uno de los militares más activos contra la revolución de 1848, y de la princesa Eleonora de Schwarzenberg. Curiosamente trece ños más tarde, el 23 de enero de 1902, un sobrino de Valeria - el príncipe Otto de Windisch-Graetz - contraerá matrimonio con la hija única del Kronprinz Rodolfo muerto en Mayerling, la archiduquesa Elisabeth Marie de Austria.
Húngara de nacimiento, la princesa Valeria estaba en la gracia de la Emperatriz.
Francisco José acogió de buen grado la idea y se lanzó en el proyecto con tal entusiasmo que un año después el antiguo pabellón de caza estaba convertido en un carmelo.
Aunque se ha especulado mucho sobre esta extraña prisa, teniendo en cuenta la personalidad de Francisco José y el papel político que jugaba en Europa, no es posible tomar en serio la tesis que se trataba de destruir pruebas u obstaculizar la investigación (que por otra parte ya había terminado). La muerte por suicidio de su heredero, tras haber cometido un asesinato (aunque este extremo era conocido tan sólo por la comisión ad hoc dela corte y algunos miembros de la Familia Imperial), era una realidad difícil de asumir para un hombre que ponía su misión "apostólica" de reinar por encima de todo. Sólo un acto de fe podía cubrir esta mancha en el blasón de la dinastía: nada mejor que la religión ocultando parcialmente un crimen y un suicidio, aunque públicamente resultaba imposible asumir la muerte de Maria Vetsera en las circunstancias que se conocían. El Archiduque herederose había dipsrado un tiro en un momento de enajenación mental. Punto. A la comunidad carmelita de rezar por la salvación de su alma in aeternum. La Baronesa von Vetsera reposaba en el cementerio ciscerciense de Heiligenkreutz y - oficialmente - nada tenía que ver con la muerte de Rodolfo.
Sólo a la caída de la monarquía la familia aceptará tácitamente la verdadera historia.
Pese a las precauciones, el mundo entero supo desde muy pronto cuál era la verdad y aunque la madre de Mary, la baronesa Elena von Vetsera, guardó un discreto silencio y tan sólo se atrevió a escribir una discreta Memoria, los periódicos del mundo entero ventilaron a los cuatro vientos la trágica historia de la noche del 30 de enero de 1889.
Qué pasó en realidad?
Para una mejor comprensión de los hechos habrá que remontarnos a algunos meses antes, a la primavera de 1888.

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